Las Navidades cada vez están más cerca, fechas muy familiares y especiales donde las comidas ocupan un lugar primordial.
Alrededor de una comida o cena navideña se recogen los mejores recuerdos entre amigos y familia, un buen plato navideño puede marcar la diferencia de una velada inolvidable.
Ser anfitrión en una comida navideña es una gran responsabilidad, ofrecer las mejores opciones culinarias se convierte en un objetivo primordial.
Hacer un plato único y delicioso para los días navideños es un sinónimo de triunfo y de satisfacción.
El primer punto a tener en cuenta es seleccionar el mejor plato o producto como menú navideño. Desde estas líneas, te aconsejamos el cochinillo como la mejor elección para tener la seguridad de alcanzar el reconocimiento y gratitud de tus comensales.
El cochinillo lo tiene todo para convertirse en el plato estrella de tus Navidades. Te contamos las claves para disfrutar de esta Navidad del mejor cochinillo.
Trucos para cocinar un cochinillo delicioso en Navidad
Una buena receta de cochinillo asado es, sin lugar a dudas, uno de los platos gastronómicos más emblemáticos y de excepcional sabor.
Ofrecer un cochinillo tierno y jugoso a tus invitados requiere saber y aplicar ciertos trucos que harán que tu plato de cochinillo sea pura delicatessen.
Tamaño del cochinillo
Para disfrutar del cochinillo más tierno y jugoso este debe ser de pequeño tamaño. Aproximadamente entre los 3,5 y 4 kilos es el peso ideal para poder cocinar una carne suave y deliciosa.
El cochinillo lechal tiene un aspecto de piel blanquecino y el color de su carne es de un tono rosa suave.
Sin condimentar
El tema del condimento del cochinillo es muy variable dependiendo del tipo de receta. En este sentido, muchos expertos prefieren no condimentar el cochinillo para no enmascarar su auténtico sabor (un poco de aceite y ajo puede ser suficiente).
Mejor en fuente de barro
Tradicionalmente la fuente de barro es el elemento donde se deposita el cochinillo para su cocinado en el horno. El cochinillo reposa sus extremidades en los bordes y no llega tocar el fondo, el cual debe estar bien regado de agua para favorecer una correcta humedad.
En caso de no poseer una fuente de barro, el cochinillo se dejará en la rejilla del horno y debajo una bandeja con el agua necesaria para su mejor cocinado.
Poco movimiento y precisión
Uno de los grandes trucos para hacer un cochinillo al horno de gran calidad reside en el hecho de no mover mucho la pieza durante el proceso de cocinado.
Así pues, en primer lugar, se coloca el cochinillo boca arriba durante unos 90 minutos a una temperatura entre 180 y 190 grados.
Pasado ese tiempo, se da la vuelta al cochinillo y se deja unos 40 minutos a la misma temperatura con el fin de lograr el mejor tueste posible.
Otro último gran consejo es intentar no abrir con mucha asiduidad la puerta del horno. Es mejor acostumbrarse a observar por la ventanilla el proceso de cocinado, evitando cambios de temperatura muy perjudiciales para el resultado final.
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